Se trata del apodo que se ganó justificadamente Fiona Pacifico Griffini-Grasser.
Acompañamos a la gran amiga de los animales durante una caminata por los Alpes de
Kitzbühel
El revuelo creciente en la prensa suele anunciar un evento inminente.
Si éste tiene como escenario una ciudad tan enamorada de los detalles como Viena,
tanto mayor es la expectación. El 8 de noviembre de 2012, en el ambiente elegantemente
histórico del Parkhotel Schönbrunn vienés, se celebrará por primera vez un baile
en beneficio de todos aquellos animales que no conocen la abundancia ni el lujo:
el primer Baile para los Animales de Viena. El mencionado revuelo mediático se intensificó
especialmente cuando se conoció que la madrina del evento sería ni más ni menos
que Fiona Pacifico Griffini Grasser, probablemente la miembro más conocida de la
renombrada dinastía Swarovski.
La elección no podría haber sido más merecida y acertada. Todo aquel que conoce
a esta imponente mujer queda abrumado por su profundamente arraigado amor a los
animales, ya se trate de un ave o de un ternero, una marmota o un gato. Es conocido
que esta suiza de nacimiento con raíces italianas y tirolesas mantiene una relación
especial con los perros, de ahí que la perra de la Redacción lngah y yo visitáramos
en el Tirol a la prominente defensora de los animales. Nos pusimos en camino con
nuestros perros con el propósito de filosofar un poco en torno al tema del perro,
el animal y el ser humano en la relajante serenidad de las montañas, aplicando libremente
la cita de Morgenstein: «A menudo, los pensamientos quieren - como los niños y los
perros - que se los saque a pasear al aire».
Fiona Pacifico Griffini-Grasser iba acompañada de tres de sus cuatro perros, todos
ellos Golden Retrievers de más de diez años en un estado físico asombroso. Estos
afables perros, que durante el año me encuentro continuamente también en el núcleo
urbano de Kitzbühel, parecen correr atados a una correa imaginaria, con tanta perfección
que resulta casi inquietante. Manteniendo siempre a la vista a su amada líder de
la manada, reclutan a mi perra como camarada montañera y se ponen en marcha. Las
dos hembras Golden Sole y Luna encabezan resueltamente la expedición, mientras que
Tequila, todo un caballero, permanece más retrasado escoltando a Ingah. Caminamos
montaña arriba a buen paso.
© Reinhand Holl/Kronen Zeitung
“Stoffl” disfruta de lo lindo refrescándose en la terraza
KW: Fiona, tus perros están en un estado físico increíble, tanto por lo que respecta
a su aspecto como a su energía. ¿Existe una explicación para ello?
FPGG: Doy mucha importancia a una alimentación de buena calidad y al ejercicio regular
y suficiente. Cada día camino durante varias horas con mis perros, y eso se nota.
Independientemente de si me encuentro en Viena, en el Tirol o en Italia, los perros
son animales que requieren movimiento y es preciso atender esta necesidad, de lo
contrario no son felices.
KW: Es realmente increíble, sobre todo en el caso de Tequila. ¡Has mencionado que
en su juventud sufrió una triple fractura de cadera!
FPGG: Sí, fue una época dura. Pero gracias a unos veterinarios excelentes y a una
rehabilitación suave, se recuperó asombrosamente bien y se reincorporó a la manada.
Los perros se comportan muy cariñosamente entre sí, y Stoffl no es una excepción
a este respecto.
KW: Me parece sorprendente lo bien que se mueve pese a su discapacidad (el Labrador
tiene sólo tres patas, tras haber sufrido un accidente de coche a la edad de dos
años).
FPGG: Naturalmente, sobre todo a su edad, le cuesta un poquito más. Pero se siente
a gusto en la manada, está sano y se ha ganado pasar los últimos años de su vida
disfrutando de todas las comodidades.
KW: Con frecuencia, los perros con discapacidad se enfrentan a recelos en la vida
cotidiana. ¿Te ha pasado también a ti?
FPGG: Naturalmente, a veces la gente se queda mirando un poco. No lo hacen con mala
intención, pero algunos dicen entonces: «¡Oh, pobrecillo!» A eso respondo siempre:
«¿Por qué pobrecillo?» Tiene una discapacidad, pero se las apaña de maravilla. Si
se trata simplemente de una cuestión de imagen, del propio ego, puedo entender que
a alguien no le cuadre. Pero para nosotros es un perro como todos los demás, y así
lo siente también él.
KW: Fiona, durante toda tu vida has ayudado a animales necesitados, siempre desde
la discreción. Has costeado la castración de cientos de gatos callejeros y has suministrado
alimento a incontables perros hambrientos. ¿De dónde proviene esta relación tan
estrecha con los animales?
FPGG: Desde que tengo uso de razón he estado loca por los animales; de hecho mis
padres no siempre lo tuvieron fácil con la niña. Quería estar siempre físicamente
cerca de animales, y aunque se tratara de animales exóticos en el zoo, quería estar
a su alrededor. Más adelante - en Italia - llegué a tener en algún momento hasta
diez perros. No podía pasar de largo ante un animal necesitado, y antes de que aterrizara
en la perrera me lo quedaba.
KW: También está la famosa «historia de la furgoneta» en Nápoles. Me gustaría que
la contaras aquí.
FPGG: Viví muchos años en el sur de Italia. Una particularidad de esa zona es que
son muchas las personas que alimentan a los perros vagabundos y que se ocupan activamente
de ellos. Así que yo hice lo mismo. Tenía una vieja furgoneta VW con la que me desplazaba
hasta la playa llevando comida a los perros. A menudo oía comentar: «Ma guarda!
La signora con i cani!», algo que me resultaba muy entrañable y consideraba como
un verdadero honor.
Entretanto, nuestros perros se cruzan con un rebaño de novillos. Ingah me dirige
una mirada con su grandes ojos, y la rápida reacción de Fiona es una exhortación
decidida: «Katja, déjalos, los perros ya saben lo que hacen». Y en efecto, los cuatro
se abren paso como por arte de magia.
KW: Fiona, es sabido que viajas continuamente. ¿Cómo afecta esto a tus perros?
FPGG: Nuestros animales están prácticamente siempre con nosotros. Tengo que saber
de antemano si puedo llevarme un perro, una mascota. Y precisamente los perros son
muy especiales en este sentido. No se les puede «aparcar», sacarlos a pasear ni
darles de comer en cualquier sitio. Cuando tengo un perro, él quiere estar conmigo,
así que es preciso planificar y organizarse bien.
KW: Vivís en el mismo centro de Viena. Sin duda es una ubicación estupenda, pero
¿cómo os las arregláis con cuatro perros?
FPGG: Por supuesto que nos apañamos, aunque no es la situación ideal. Para los paseos
largos hay que alejarse cada día del centro. Es evidente la diferencia con el Tirol.
Aquí los perros simplemente tienen más posibilidades, en definitiva es todo más
sencillo.
KW: Sueles pasar los veranos en Italia. ¿Cómo se comportan allí los perros?
FPGG: Estupendamente. Para ellos se trata de un verdadero hogar, no les resulta
un entorno extraño. Naturalmente, me aseguro de que todo esté en orden desde el
punto de vista médico (pulgas, parásitos, etc.), porque el sur puede ser problemático
en cuestiones de salud canina.
Por otra parte, en Italia cambio su alimentación teniendo en cuenta el calor, algo
que se ha demostrado muy acertado. En mi opinión es muy importante darles una alimentación
saludable, saber de dónde proceden los productos utilizados. La conciencia medioambiental
biológica en la alimentación no se limita a las personas.
KW: Es bien sabido que te preocupas mucho por la salud de tus animales.
FPGG: Creo que uno debe mantenerse vigilante por lo que respecta a sus animales.
Cuando se convive con ellos, se nota cualquier cambio por pequeño que sea, y entonces
se puede reaccionar de muy distintas maneras. Yo considero muy importante contar
con buenos veterinarios (especialistas) en los que se pueda confiar.
KW: En la medicina veterinaria – al igual que en la medicina humana – se producen
constantes avances. ¿Te interesa este tema?
FPGG: Claro que sí, me interesan mucho los métodos de investigación y de tratamiento
innovadores. Es un tema apasionante, siempre y cuando se investigue para el animal
y no en él.
KW: Volvamos brevemente al primer Baile para los Animales de Viena, del cual eres
la madrina. ¿Qué podemos esperar del evento?
FPGG: El baile será sin duda todo un éxito, sobre todo si todos tenemos presente
que se trata sobre todo de los animales. Los organizadores se enfrentan a una intensa
tarea en este sentido. Me decidí a aceptar el madrinazgo porque quiero contribuir
a sensibilizar, a avivar y mantener la conciencia de que todo lo que se haga por
los animales que necesitan ayuda es poco. La solución pasa por algo más que por
un único evento. El tema de la sensibilidad para con los animales, el trato respetuoso
y cariñoso con ellos no reviste en nuestra sociedad la importancia que merece. Si
con este evento conseguimos cambiar algo a este respecto, ya habremos dado un gran
paso adelante.
Culminamos nuestra caminata con un refrigerio; es de justicia que también los perros
reciban su merecida merienda. Mientras admiro el silencio y la tranquilidad de la
montaña, el sol se va ocultando tras las gigantescas rocas. Entretanto, Ingah se
deja acariciar amorosamente por mi interlocutora. Durante el camino de vuelta al
valle ya empieza a oscurecer, y de nuevo me acude a la mente un bello proverbio
indio: «Sé amigo de mi perro y serás mi amigo.»
Dr Katja H. Wolf
Relaciones Públicas ÖKV (organización canina austriaca)